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Silvina Portales

En cuanto supe que estaba embarazada, comencé con la búsqueda de obstetra. Buscaba un médico no cesarista, coherente, pero principalmente buscaba a un profesional con calidez humana.
Fue así que leí el nombre “Pucherman” en un grupo de Facebook, donde había buenos y malos comentarios de él, pero analizando cada uno de ellos, comprendí que Emiliano era super profesional y se basaba en el parto humanizado. Las mujeres que lo criticaban eran generalmente las que estaban en la moda de parir como animales, cosa que yo no quería ni avalaba.
Llegamos con mi esposo al consultorio de Emi y nos sorprendió la cantidad de parejas en la sala de espera y la gran demora en la atención. Con el tiempo comprendimos que valía la pena la espera y que era el mejor tiempo invertido.
Emiliano siempre fue muy tranquilizador, me decía que el embarazo es el estado de mayor salud de la mujer y siempre nos alentaba para llevar una vida normal, lo cual para mi fue maravilloso, ya que soy una persona muy activa. Emiliano siempre me decía que iba a parir cortando el césped en mi casa, jaja.
Así fue transcurriendo un embarazo hermoso, sin complicaciones, con mucha ansiedad ya que éramos padres primerizos, pero Emiliano nos supo guiar con mucha paciencia y siempre con una sonrisa, a pesar de sus largas jornadas de trabajo.
Realizamos el curso de parto con Anahi y Silvana, dos amores de personas, quienes nos brindaron las señales de alarma y las pautas para poder hacer la mayor parte del trabajo de parto desde casa.
Tenía FPP para el 30/01/2020, pero un día antes de esa fecha comienzo a sentirme algo mojada. Recordé que en el curso de parto nos enseñaron que la bolsa podía fisurarse, por lo que debíamos mover la panza, caminar para ver si realmente era eso. Efectivamente, continuaba perdiendo pequeños chorritos de líquido, por lo que llamé al celular a Anahí y me dijo que me esperaba en una hora en la Suizo.
Llegamos a la Maternidad Suizo Argentina y ya nos estaba esperando Anahí con una enorme sonrisa y su voz tan dulce y tranquilizadora. Me revisa y confirma mis sospechas, había fisurado la bolsa, pero no tenía nada de dilatación y el cuello estaba totalmente cerrado, por lo que quedo internada. Al ratito llega Emiliano, me revisa nuevamente y muy apenado me explica que lo mejor era ir a cesárea, porque era muy difícil lograr un parto normal en esas condiciones.
Con mi esposo confiamos 100% en Emiliano y sabíamos que no era muy amante de las cesáreas, pero si era la mejor alternativa, sin duda lo haríamos.
Fue así que a las 21.32 hs del día 29/01/2020 nació Santino Amadeo y fue el momento más maravilloso de nuestras vidas. Mas allá de ser por cesárea, Emiliano y Anahí se encargaron de que fuera un momento mágico, super respetado, con música bajita y conteniéndonos en todo momento.
A penas nació, lo pusieron en mi pecho y nos dejaron disfrutar de ese instante que jamás olvidaremos. Luego se lo llevaron con el papá a realizarle todos los controles y nunca mas lo separaron de nuestro lado.
Solo tengo palabras de agradecimiento con Emiliano, por habernos cuidado tanto, por habernos acompañado y principalmente por haber recibido a nuestro tesoro más preciado, nuestro hijo Santino.
La obstetricia es Ciencia, Amor, Paciencia y Arte. Emiliano es un profesional que ama su profesión y es por eso que le pone tanto esmero y dedicación a lo que hace, y como paciente eso se percibe.

Una y mil veces Gracias!!!
Un beso gigante de Santino, Martin y Silvina