Skip to content

Rocio Galdo

Después de una muy mala experiencia en mí primer parto, de mucho buscar y leer ( comentarios, experiencias) sabía que el día que quisiera quedar embarazada nuevamente Emiliano sería mí obstetra.

Ya lo había elegido por lo menos un año antes de conocerlo y el día que se concretó mi nuevo embarazo y el encuentro con Emi confirme que era él quien quería que me asistiera el día de mí parto, sentí confianza, que me escuchó en todo momento, cero alarmista ( ya que iba con mis miedos de mí parto anterior) y me acuerdo que le dije que con él yo quería sanar mí parto anterior.
En el transcurso del embarazo no surgieron complicaciones y siempre que tenía una duda o consulta él me respondía sacándome las dudas o miedos que tenía.
Acá empieza mí relato de parto soñado.
Llegando a la semana 38, un lunes, yo le pido que me haga un tacto ( ya que en mí anterior embarazo había llegado a dilatar bastante sin darme cuenta) me lo hace y ya estaba con 3 de dilatación y con cuello blando, quedé en shock y creo que todo lo demás que me dijo no lo escuché, pero si recuerdo el nos vemos muy pronto en estos días.
El jueves y sin muchas señales de avance me doy cuenta que no tenía la orden del monitoreo que me debería hacer el día viernes, entonces le escribo y arreglamos para vernos en el consultorio y de paso que me revisara nuevamente, voy a la tarde y cuando me revisa estaba con 6-7 de dilatación y yo seguía sin molestia alguna!. Acá lo importante y sus palabras, Rocío cuando sientas dolor de algo el bebé ya va a estar saliendo! Así que prefiero que vayas a tu casa, agarres el bolso y te vayas para el sanatorio, quiero que tengas un lindo parto, no quiero que después termines en una guardia teniéndolo porque no llegamos, me sentí súper cuidada xq el sabía lo mal que la había pasado anteriormente y quería que no volviera a ser asi.
Volví a mí casa, agarre el bolso, llene de besos a mí hija y nos fuimos con mí marido al sanatorio.
Al rato que llegamos nos mandan a cambiar y pasamos directo la sala de parto, nos recibe Anahí con una calidez y una paz que transmite con cada palabra, siempre positiva, un placer haberla conocido,  llega mí héroe Pucherman y cuando me hace tacto ya estaba con 8 de dilatación, yo seguía sin dolores y no lo podía creer, ahí Emi me consulta de romper bolsa y ya poner la peri ( que era para mí súper importante xq en mí parto anterior me la habían puesto mal, nunca me tomo, me drogaron y fue todo bastante feo) así que accedí sin problema, ya faltaba muy poquito para tener a Ciro con nosotros. Me rompe bolsa y ahí si empecé a sentir unos dolores de ovarios bastantes intensos, de inmediato vino la anestesista ( una genia), como hicieron salir a mí marido le pedí a Emi agarrame de su brazo para no moverme cuando me la colocaran, él con toda la paciencia a pesar de haber venido de otro parto me fue explicando todo lo que me iba a hacer la anestesista y fue mí sostén en ese momento.
La peri fue lo mejor del mundo, a partir de ahí no sentí más las molestias ováricas, así que me pude enfocar en todo lo que me iban pidiendo que haga, ya estaba con 10 de dilatación, no podía creer que hasta ese momento no había sentido dolor realmente.
Yo veía que Emi estaba súper concentrado en mirar el monitoreo, pero como ya estaba para pujar me concentré en lo que Anahí me iba pidiendo: fueron 3 pujos.  Ciro nació con una vuelta de cordón súper ajustada que hubo que cortar apenas asomó la cabeza, por eso era la concentración de Emi que miraba como le iban bajando las pulsaciones ( todo esto me doy cuenta después, en su momento, él, súper profesional sin alarmarme en absolutamente nada a mí) así que cuando le corta el cordón me dice dale sacalo, así que lo termine de sacar de adentro mío y me lo puse en el pecho y fue el momento más maravilloso que pude haber pasado.
No tuve dolor ni cuando salió mí bebé, fue realmente un parto sin dolor y completamente soñado.
Recuerdo que cuando se llevan a mí bebé para los controles con su papá, le decía a Emi que tenía miedo de que haya sido todo un sueño!
No tengo palabras para agradecer a Emiliano, a Anahí y a la anestesista que no recuerdo el nombre que hicieron un trabajo increíble.
Emi, entre lágrimas quiero que sepas que sanaste mí parto anterior, que fue todo más maravilloso de lo que alguna vez podría haber imaginado, que nunca me voy a olvidar de vos y te lo voy a agradecer siempre, seguí por este camino y dejando huellas en cada una de las mujeres y familias que pasamos por tu vida.
Gracias, y te queremos mucho Rocío, Emanuel, Giovanna y Ciro