Llegué al consultorio de Emi casi por casualidad. Estaba en la búsqueda de obstetra nuevo (en ese entonces, mi hijo mayor tenía 1 año, nacido por cesárea). Cansada de ir de consultorio en consultorio, había cancelado la cita con Emiliano. Pero un domingo a la nochecita recibo un mail. Él había contestado una simple consulta mía, enviada desde la página. Sin aires de ego, con toda su humildad. Un gesto…el primero de muchos. Así que fui, y enseguida supe que él era la persona ideal para nuestra familia. Súper cálido, súper sincero, súper humilde. A las 14 semanas empecé con contracciones y pérdidas. No dejó nada librado al azar. Recuerdo lo que me dijo: no te puedo prometer que todo va a salir bien, pero vamos a tirar toda la carne en el asador. Me dio confianza, me acompañó en todo momento, siempre recordándome lo fuerte que es mi hija, lo fuerte que soy (todavía tengo dudas). Trato de resumir, pasamos muchas cosas. Siempre una respuesta para alejar miedos y conectarme con mi hija. La cesárea (sí, elegí cesárea) fue hermosa. Siempre hablando conmigo, haciendome parte de todo. Anahí, que en realidad la conocí en un solo encuentro, una dulce. Te llena de confianza. Hoy mi hija tiene 9 meses y todavía no puedo creer que todo salió bien. Siento que yo elegí obstetra pero que él también nos eligió. Porque una relación siempre es de a dos (mínimo, en casa los 4 amamos a Emi), un puente no se sostiene de un solo lado… Pasan miles de personas por nuestras vidas, pero solo algunas dejan su huella. Emi dejó la suya en nuestras vidas para siempre, esperamos que él también nos recuerde con cariño.