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María Emilia Febré

Hola! Soy Emilia, paciente de Emiliano. Quería contarles mi experiencia con su equipo, porque a mí me sirvió leerlas al momento de elegirlo.
Había conocido a otros dos obstetras, conocidos incluso de mi familia, pero cuando tuve mi primer turno con Emi, pensé enseguida que era mi elegido. Me explicó todo con lujo de detalles, qué hacer, qué esperar, los estudios que iba a hacerme, con una paciencia infinita. Siempre claro y conciso. Si le comentaba algún temor, con humor y explicaciones simples, él me los sacaba.
Me diagnosticó diabetes gestacional, y en ese momento mismo me habló por teléfono (yo le había mandado mis resultados vía mail), me explicó que pasos seguir, y conocí a Pablo, endocrinólogo de su confianza. Hice la dieta indicada y lo controlamos enseguida.
Por ese motivo, mi hija debía nacer antes de la semana 41.
En la 38 empezamos monitoreo, largas caminatas ( las hice todo el embarazo, pero deseosa de ayudarla a nacer, caminaba aún más junto a mi marido).    Los monitoreos daban perfecto, la gorda estaba en posición cefálica, pero no bajaba.   Mi cuello había mejorado un poquito.

Emi, en la semana 40, 3 nos preguntó: –¿Qué me dicen si les propongo una inducción hoy a la tarde?.

La respuesta fue con confianza absoluta: -hacemos lo que vos nos digas.

A las dos horas, estábamos con la dulzura de Anahí en el Finochietto, viviendo la mejor experiencia de nuestras vidas.

A las 22:07 hs nació Bruna.  Nació por cesárea, en un quirófano, aunque suene loco, lleno de gente amorosa, q me contenía, me hacían chistes y me daban besos en la frente para saludarme. Ani, siempre con nosotros, parecía q la conocíamos de toda la vida, me dió la mano y me contuvo en los momentos más difíciles para mí, madre primeriza llena de miedo.

Nació por la ventana. Pero por decisión consciente y explicaciones médicas mediante.
Gracias infinitas a este equipo maravilloso de profesionales.