Parto de Santi, después de la Cesárea de Juli.
Cuando mi primer hija Julieta tenia 20 meses, nos decidimos buscar a nuestro segundo hijo. En diciembre comenzamos la búsqueda yara mi sorpresa, en enero ya estaba embarazada (digo para mi sorpresa porque antes con Juli nos costó mucho lograrlo). Consulte en un grupo en Facebook por un obstetra que asista PVDC. Me recomendaron pocos para PVDC que atiendan por swiss, y de uno leí de todo: Emiliano Pucherman.
Decidi ir a ver a Emi y ver que onda, pero esta vez iba informada y decidida. En la consulta primero me pregunto sobre mi embarazo y cesárea anterior y me explico todo sobre el PVDC. Apoyo mi decisión de empezar con el trabajo de parto en casa con una Doula. Se tomo tanto tiempo que tuvo que venir la secretaria a decirle que corte porque había muchísima espera. Salí contenta y arrancamos con todo con el. Me sentí confiada con él, siempre amable, atento que te hace sentir su amigo.
En la semana 35 la conocí a Anahi, cruzamos 30 min donde le conté la cesárea anterior y mi deseo de parto vaginal que ahora buscaba. Me resultó de lo más amable, dulce y comprensiva.
El viernes 15 de Septiembre tenía a mi hija con fiebre en casa y yo me sentía rara, como si tuviera retorcijones hacia horas. No recordaba haber sentido eso en las contracciones de Juli, solo panza dura. La llame a mi Doula y me recomendó que me acueste un rato y descanse a ver que pasaba. Cual película: me pare para ir al baño y rompi bolsa.
Vino la Doula, llego mi marido e hicimos trabajo de parto en casa por 4hs. Ya me sentía incomoda y la ansiedad me estaba matando un poco. Decidimos llegar a las 21 hs a la Suizo, nos recibió Anahi. Antes de ingresarnos me hizo pasar para controlarme, acompañada de Fabi y Nico. En cuanto me acosté tuve una contracción fuerte, el aposito que llevaba estaba empapado. Anahi me indicó que me haría un tacto, me miro y suspiro. Mi miedo era “no dilataste nada” o “nos vamos ya a parto”. Para mi tristeza fue la primera. Emi estaba de guardia en el sanatorio. Anahi me dijo “El bebé esta bien, vos estas bien, vamos a ingresarlos y vamos viendo como se desencadena, tranquila.” Ingresamos todos a preparto todos, Me hicieron monitoreo y después me dejaron libré para caminar y moverme por la habitación y el baño. Emi mandó a Anahi a su casa y que vuelva en unas horas y le sugirió a Mi marido que vaya a cenar. Hasta llego mi mamá y la dejaron pasar. Yo no lo podía creer, todos relajados, toda la gente rodeándome. Era la única en el piso. Hicimos pujos con las contracciones para ayudar a Santi a encajarse. Yo ya no sabía como mantenerme en pie, habían pasado 10 hs y mis piernas no daban más. A eso de las 3 am Emi me hizo un tacto y tenía 90% borrado el cuello y 7 de dilatación.
Salio, Entró de nuevo y me dijo “bueno vamos?” “A dónde??” “A parto!” “Ya??” “Si, vamos que te doy la peri”. Mientras esperábamos que llegue el anestesista, me hizo ejercitar pujos con cada contracción. Ahí ya sí me puso vía con suero y monitoreo. Anahi toda chiquita se banco que le apretuje el brazo porque mi marido estaba afuera esperando para ingresar. Todo fue entre nosotros 4 (mi marido, Emi, Anahi y yo), con poca luz y música. Hasta cante un rato pero fue un poco complicado. Primero, Santi se había ido de costado, se me cortaron las contracciones por 30 min y me quedé dormida 1 min hasta que una contracción fuertísima me despertó. Emi me pedía que puje mas fuerte y por mas tiempo. Y yo no podía evitar soltar un grito después del pujo y Emi me rogaba que no lo hiciera porque cortaba la fuerza y Santi no salía. Entro el anestesista en algún punto para reforzar la peri, Emi le dijo que no porque me había cortado las contracciones, que con lo que me quedaba estaba bien. Emi me daba aliento para que siguiera intentando. Al final a las 5 am ya estábamos con toda la dilatación y llegó el resto del equipo. Me hicieron girarme sobre la izquierda mientras todos se preparaban, le grite a Emi que quería pujar ya y me dijo que lo haga. Estaban todos listos y me dijo “en la próxima contracción vas a hacer un pujo muy largo y constante, no grites, si gritas se pierde el pujo. Si sentís que vas a gritar, respira de nuevo y continua el pujo.” Anahi me miro y me dijo “Dale queda poco” y le dije “cuanto??” “Poco”. Le pedí a mi marido que sea mi voz de conciencia porque claramente en algún punto perdía la razón y no hacía mas que gritar. Hice 1 pujo largo y Anahi me dijo “uno mas”, “te tomo la palabra le dije”. otro y me quede corta, grite “Emi sacalo!” Ya no me importaba nada y me dijo “no, sacalo vos, vos podes”. Me agarre fuerte de mi marido y pense “o nace o me muero haciendo fuerza pujando “ y puje y Emi nos dijo “mírenlo” nico miro, yo no quise, siempre me dio impresión y me dijo “bueno, tómalo entonces” y yo me quede descolocada. Me dio sus hombros en el último pujo y yo lo saqué. Lo traje conmigo así de una y nos quedamos acostados en la camilla mientras hacían cosas. Ni pensé en qué hacían solo les dije “gracias, los amo a todos” y se reían. Al rato la neo se lo llevo al lado mío con el papá a hacerle los controles. Me lo trajeron de nuevo y antes de preguntarle si podía prenderlo me dijo la neo que le estaba costando respirar, que se lo iban a llevar a la enfermería un rato y me lo traían. El papá podia ir pero no entrar así que se quedo conmigo. Y volvió la euforia a mi y lo mate a preguntas a Emi que me dijo “ni una fácil”. Me controló la cicatriz de la cesárea y ahí notó un desgarro en el cuello producido por el codo de Santi al salir. En resumen: con la peri se cortaron las contracciones, Santi se corrió de costado, cuando lograron acomodarlo, Emi descubrió que venía con los brazos para adelante y no solo eso, el cordón en bandolera. Con cada pujo que yo cortaba, él volvía para atrás y sus pulsaciones cayeron banda. Tuvo que hacer episio porque sino no salía.
Recuerdo que en un momento en preparto me angustie y pense “basta, hasta acá llegue” algo que habiamos hablado con la Doula, la posibilidad de que quede en el intento. Pero otra voz en mi me dijo “hiciste todo esto, llegaste hasta acá para qué? Para renunciar?” Y todos los que estuvieron a mi lado aportaron a no hacerlo. Estoy súper agradecida de haberlo elegido como mi obstetra y que ahora siga como mi ginecólogo. Me ayudó mucho en todo el trabajo de parto y me acompañó desde el día 1 con mi decisión.
En esta experiencia derribe mitos: pvdc, cordón cruzado, brazos para adelante, 8 hs de trabajo de parto en una institución, sin que me apuren con nada, acompañada, contenida, un PVDC es posible.