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Lucia Perez

Conocí a Emi estando de 28 SDG habiendo pasado por dos obstetras. La primera me trato mal y después de dos consultas no fui mas. El último que me estaba atendiendo había viajado y no se sabia cuando volvía y no había dejado a nadie en su reemplazo. Yo estaba con licencia laboral por un robo que sufrí donde tuve un golpe en la panza. Si bien Emi no figuraba por cartilla, me lo habían recomendado en un grupo de Facebook. Le pregunté, atendía mí OS y saqué turno. Me quedaba lejos el consultorio pero pensaba volver con mí obstetra apenas volvia de su viaje. Pero a partir de esa consulta decidí que quería parir con el sin ninguna duda, aunque nos corría el tiempo. Apenas entraba a la semana 40 el salía de vacaciones. Pase el resto del embarazo tranquilo, sin ninguna complicación por el robo ni nada. Y cada vez que me pasaba algo, así sea chiquito, le preguntaba y siempre estaba ahí para escucharme, sacarme dudas, transmitirme tranquilidad. Ya llegando la fpp le pedí que programe una cesárea o algo porque no iba a dejar que se vaya sin que nazca mí hijo. Me propuso inducirme tres días antes de irse, y acepte. Llegó el 29/07/2016 y me encontré temprano con Majo, la partera, en el sanatorio. Me ingresan, me ponen el goteo y ahí comenzó todo. No sentí las contracciones hasta que se rompe la bolsa, ahí pedí la peri a los gritos. Al ratito llego Emi y me llevaron a sala de partos. Me ponen la peri y todo paso, charlamos , escuchamos música, nos reímos mientras esperábamos. Ya para cuando me dijo dilatación completa volví a sentir las contracciones, así fue que empezamos a pujar y pujar. Y a las 18:43 llegó mí primer hijo. Disfrute de cada momento, me sentí súper contenida y respetada tanto por el como por todo el equipo. Vino a verme los dos días posteriores al parto. La verdad no tengo más que palabras de agradecimiento.