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Karina Muzyka

En el comentario anterior conté un poco de la historia de Mateo, mi primer hijo.
Aca continuamos con la historia de Dante.

Obviamente jamás dudamos en que cuando tomemos la decisión de buscar nuestro segundo hijo, íbamos a recurrir a Emi, sin duda alguna.   Si bien durante estos 5 años fué mi ginecólogo;  esta vez ibamos a la consulta dispuestos a transmitirle nuestra ganas de buscar el segundo embarazo.
En esa consulta Emiliano nos explicó todo… con mucha paciencia, con calma, con precisión (y así es cada consulta con él,  sin importar cuántas pacientes hay en sala de espera  le dedica su tiempo a cada una).

Nos explicó como sería el cerclaje, el reposo absoluto, y la cesárea, respondió todas mis dudas.
Al mes qued´w embarazada y empezamos con todos los cuidados necesarios, esta vez con el diagnóstico: incompetencia istmico cervical y en las mejores manos.
En la semana 14 realizó el cerclaje… después de allí comencé el reposo absoluto y en el medio me diagnosticaron diabetes gestacional.
En todo el embarazo Emi estuvo siempre atento, siempre disponible, respondía mis mails con consultas rapidamente y nos recibia en su consultorio con esa sonrisa que lo caracteriza. Siempre senti seguridad y tranquilidad porque sabía que estaba en sus manos, en mi opinión ¡las mejores!.
En la semana 36, y en medio de una pandemia mundial… nació Dante. En el mismo quirófano sacaron el cerclaje y Emi literalmente le agradeció a esos 5cm de hilo que hicieron posible que lleguemos tan lejos… fué una cesarea hermosa, porque esta vez fue programada, fué con música, risas y calma.

Gracias Emi por cumplirme este sueño, por ser parte de esta historia, por tu gran equipo, por tu calidez, por tu persona, por dejar tu huella en esta familia.

Kari, Nico, Mateo y Dante