Skip to content

Ingrid Giner

Llegamos a Emiliano durante mi primer embarazo, que perdí pronto. Gracias a que él sugirió hacer análisis de trombofilia para descartarla, llegó mi diagnóstico de trombofilia hereditaria y adquirida; y de varias patologías más.

Luego tuve un embarazo químico que perdí enseguida. Emiliano siempre nos acompañó y nos respondió cada duda que tuvimos.

Al mes siguiente estaba embarazada otra vez. Comenzó un camino largo y difícil, un embarazo muy medicado pero también sin complicaciones serias. Hicimos un control muy estricto con ecografías y doppler y tratamiento en conjunto con endocrinologa, reumatóloga y hematologa. Me preocupaba el tema del parto porque quería un parto vaginal, pero el embarazo no podía avanzar más de la semana 38 para cuidar la salud de ambas.

Emiliano nos sugirió hacer la maniobra de Hamilton para ver si las cosas avanzaban, y cinco días después empecé el trabajo de parto espontáneamente en semana 38+1. Fue un parto hermoso, no intervenido, respetado y muy acompañado.
Fue un camino muy largo para tener hoy a nuestra bebé arcoiris con nosotros, y el acompañamiento de Emiliano fue fundamental tanto médica como anímicamente. Siempre nos escuchó, nos explicó todo y nos siguió muy de cerca. Para nosotros eso fue fundamental porque costaba sacudirse el miedo de perder este embarazo.

Sin duda volveremos a buscarlo si hay un hermanitx en el futuro!
Gracias infinitas por ayudar a traer a Nina a este mundo con amor y respeto.