Lo conocí a Emiliano en la semana 38.
Sí, en la 38, aunque suene raro. Y aca va mi historia:
Tuve a mi primer hijo por cesarea porque tenía retraso de crecimiento intrauterino y líquido muy bajo.
Cuando quedé embarazada del segundo, con mi marido le hicimos saber al obstetra con quien me atendía en ese momento que si estaba todo bien, queríamos un parto natural. Él nos dijo que no había problema, solo había que medir el ancho de la cicatriz mediante una ecografía cuando estuviéramos más cerca de la fecha para ver que no fuera riesgoso.
A diferencia de mi primer embarazo este fue avanzando sin ningún inconveniente, todo estaba normal. Peero… al llegar a la semana 36 o 37 el dr me dice: «bueno, podemos ir programando la cesarea». Yo me quedé muy sorprendida, le pregunté si había algún motivo, y si no era que había que medir el ancho de la cicatriz como nos había dicho. Entonces me mandó a hacer la ecografía.
Cuando volví a la consulta en la semana 38, me dijo que era muy riesgoso porque mi cicatriz no tenía el grosor suficiente…
Y así sin más, me programó una cesarea para la semana siguiente.
Yo estaba muy mal con el tema. Googleé lo del ancho de la cicatriz y no me cerraba. El bebè estaba creciendo perfecto en la panza, estaba todo bien, y no quería sacarlo antes de tiempo sin un motivo válido.
Gracias a D-os le comenté esta situación que me tenía tan mal a una amiga. Ella me dio ánimos, me dijo que aun estaba a tiempo, y me recomendó a su obstetra «Pucherman».
Gracias Emiliano por acceder a atenderme en la semana 38, dàndome un turno para ese mismo día que llamé. No sabés lo mal que estaba yo con esa cesarea sin sentido y lo que te lo agradezco.
Emiliano efectivamente confirmó que estaba todo bien, y que podíamos esperar a que se diera el parto natural.
Pero la historia no termina ahí.
En la semana 39 me salió un sarpullido del embarazo en todo el cuerpo, que iba a irse solo al parir. Iba avanzando con el pasar de los días, al punto que en un momento le pedí yo a Emiliano que me hiciera la cesarea para acabar ya con esa picazón. Emiliano me revisó y me dijo que estaba todo super encaminado para el parto natural, ya con 3 de dilatación (aunque no se podía inducir). Así que fue él quien terminó convenciéndome a mi de no ir a cesarea al final, jaja.
Efectivamente empecé con trabajo de parto a full 3 días más tarde. 12pm en mi casa con contracciones super dolorosas. A las 15 ya estaba en el Finochieto con 7 de dilatación. Ahí mismo conocí a Anahí, una divina total. Y tuve finalmente a mi bebé a las 17:04, con un parto natural hermoso, en la semana 40.5
No puedo más que agradecer a Emiliano y equipo por este parto tan deseado.
Muchas gracias!!
Giselle, Nico, Oshi y Beny