Llegamos a Emi, con todos los miedos que los papas primerizos suelen tener y nos encontramos con un ser humano increíble y un excelente profesional. Quería tener un parto natural soñado, y llegar lo más preparada posible, y pudimos hacerlo realidad gracias a él. No sólo por como me contuvo, la paciencia y honestidad con la que contestó cada una de mis dudas, su gran sentido del humor ante mis preguntas pavas, sino también por el cariño brindado tanto por él, como por Anahí, en el momento más importante de nuestras vidas. Solo hay palabras de agradecimiento para ambos y sin dudas los volvería a elegir.