Conocí a Emiliano a través de mi ginecóloga… buscaba un médico comprometido, que no sea comerciante, y es lo que vi en el desde la primer consulta. Siempre sincero y claro. Tuve un excelente embarazo y llegadas las 40 semanas mi bebé estaba muy tranquilo… decidimos esperar unos días más para ver si lográbamos un parto natural, pero en un monitoreo hubo algo… de inmediato me dijo que vaya así repetíamos y veíamos que hacíamos… otra vez se vio algo fuera de lo común, el bebé estaba bien, pero las sabias palabras de él fueron “ todo es por algo, para que arriesgarse?!” “Confío en uds”, le dije a él y Anahi.. y así fue que empezaron a preparar todo para una cesárea, pese a mi ilusión de poder tener un PVDC. Mientras me preparaba le conté a Anahi mi terror por la peridural, porque había tenido una mala experiencia en mi embarazo anterior. Ella me tranquilizo y me dijo que iba a estar conmigo. Y fue así, me abrazo, logré relajarme y hasta hablar con el anestesiólogo mientras me pinchaba. Emi volvió, me agarro la mano, y nuevamente sentí esa tranquilidad que estaba en las mejores manos. Y así nació Giovanni, por cesárea, pero respetado, pude tenerlo en mi pecho ni bien nació, otra cosa que no me pasó en mi parto anterior. No hay mas palabras para agregar de este equipo de médicos y humanos sobre todo. Gracias y más gracias!