Mi historia con Emi empieza de casualidad, ni bien abrió el consultorio en caballito (lo elegí por cercanía recuerdo).

Era mi ginecólogo y el único que me escuchó y a mis veinti tantos me hizo descubrir que tenía SOP y que la ausencia/irregularidad en mis períodos no era nada malo. Mi única duda surgió años más adelante: «Emi, que tendría que hacer para quedar embarazada? » me miró como siempre con esa seguridad, calma y buena onda.. con una sonrisa me dijo: » Nada, intentarlo! Sino después vemos» y me receto ácido fólico que nunca tomé porque todavía no pensaba intentarlo.

Confiada me fui de vacaciones y cuando volví me enteré que llegaría Malvina … tremenda sorpresa! Fui como loca a su consultorio porque no había tenido los cuidados necesarios y ahí estaba él una vez más para calmar mis obsesiones y hacerme sentir que todo esta y va a estar bien: me dijo que  el embarazo es el estado mas natural y saludable de una mujer… y así fue.

A pesar de las náuseas que también supo calmar, fue un embarazo divino. Trabaje hasta una semana antes, cuando me relaje en la semana 38 decidió llegar Malvina, de un momento a otro. Lo hicimos correr a el y todo su equipo (Anahí una divina y Marina una genia).   Empecé a sentir contracciones a las 8 am y a las 12.51 del mediodía mi beba estaba sana y salva en en los brazos del padre. Fue por cesárea , porque Malvina se quedó sentada!!  y a pesar que me hubiera encantado tener un partido vaginal, de mis gritos y la locura del momento, Emi siempre mantuvo la calma y logró traer a Malvi a este mundo con 2.980kg el 29/01/2020.

Gracias Emi por acompañarnos en todo momento con esa calma y seguridad que te caracteriza. Y sobre todo por formar parte de nuestras vidas trayendo al regalo más importante que jamás imaginé. Sos lo más!