Llegamos a Emi después de investigar a todos los obstetras que la cartilla tenía cerca de mí casa.
Claramente no queríamos cualquier obstetra. Por suerte el primero al que fuimos (solo porque tenía turno antes), ya no se dedicaba más a la obstetricia. Así que un feriado me dispuse a ver si se había liberado algún turno con Emi (de verdad lo quería!). Para mi alegría y sorpresa, se habían desocupado para esa misma tarde, así que ahí estuvimos.
Emi nos explicó todo, super paciente y claro. En ese momento dijimos siiii, es él quien va a traer a nuestro bebé al mundo.
Cada consulta era un placer. Cuando algo no andaba bien, el respondía prácticamente antes de que yo terminara de escribir. Y siempre muy tranquilizador y contenedor, transmitiendo seguridad a través del conocimiento.
Me acuerdo el último control, que me reviso y me dijo que faltaba, yo no daba mas! Y a los 3 días, inesperadamente rompí bolsa. Y Juani nació el mismo día que el había predicho. Después de intentar de todas formas un parto natural, tuve una preciosa cesárea super respetada que siempre voy a recordar. Y Anahi la mejor, acompañando esas largas horas de intento de trabajo de parto.
Gracias Emi y Ana por ponerle tanto a lo que hacen. Son el equipo soñado.
Hasta el próximo embarazo!!