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Andrea Alicia Cionci

Emiliano llegó a mí a través de la recomendación de una paciente que concurría  a mi consulta por dolor lumbar.

Soy kinesióloga y al preguntarle por cirugías me mostró su hermosa cicatríz de cesárea (ínfima). Mientras la atendía hablabamos sobre el embarazo y mis deseos de ser madre. Ella me contó su experiencia de parto y hablaba maravillas del Doctor Pucherman. El doc pucherman esto, el doc pucherman lo otro.

Por momentos me parecían hasta exagerados los elogios al hablar de su obstetra. Al retirarse me dejó un papel donde decía: «Dr. Emiliano Pucherman. Es lo más». Guardé el papel.
Meses después cuando quedé embarazada y comenzamos la búsqueda de médico obstetra recordé los dichos de esa paciente y recurrí a su papel ya que no recordaba el nombre.
Al colocar el nombre en internet y tras leer todos los comentarios de las pacientes, mis expectativas se multiplicaron.
Desde el primer día hasta el último, nos atendió con mucha calidez y profesionalismo. Siempre trasmitiendo tranquilidad.
A mi marido y a mí nos importaba mucho que el obstetra que nos atendiera en el embarazo pueda estar en el momento del parto. Él nos aseguró eso y así fué. Todavía no sé cómo hace para cumplir con todas pero siempre, siempre está.
Confieso que desde chica siempre tuve miedo al momento del parto pero con él, con Anahí (la partera, que es un amor de persona y tiene toda la paciencia del mundo) y por supuesto con mi marido, esos miedos se fueron disipando.

El nacimiento de Luca fue hermoso.  El Sanatorio Finochietto también sumo a que la experiencia fuera buena. Todo el personal de ahí es excelente. Uno de los enfermeros hasta puso música de Norah Jones en la sala de partos (incluso me preguntó que prefería escuchar). Todo fue bárbaro.
Horas más tarde tuve pérdidas importantes y tras la examinación de un médico de guardia del sanatorio, me dijeron que debían llevarme a quirófano para ver que pasaba.

Para ese momento mi doc (sí, todas nos apropiamos de Pucherman) ya se había ido. Era la una de la madrugada. Algo triste por la situación, sobre todo por la incertidumbre de quién sería el médico que me atendiera. Pero cuando ingresé al quirófano y lo ví a ÉL, me quedé tranquila y muy agradecida porque había vuelto por mí.
Ahí termine de comprender el «enamoramiento» que tenía mi paciente con su obstetra. Y hoy soy yo quien le recomienda la hermosa experiencia puchermiana a toda embarazada o mujer que desee serlo. Sin duda,  Emiliano «es lo más»!
Por siempre agradecidos!!!
Andrea, César y Luca